

Plínio "El Viejo" (23-79 d.c.) en su libro Naturae Historiarum Libri, indica los pueblos indígenas y los topónimos de las tierras del noroeste de la Hispania pertenecientes al Conventus Bracarensis.
Aparece entre otros, " Insulae Siccae" indicando que están más abajo de las de Corticata (Cortegada) y Aunios ( Ons). Pasarán varios siglos hasta que un documento del rey asturleones Ordoño II aparece la confirmación de la donación hecha por su padre Alfonso II de las Tierras de Santiago, en las que figura las islas SIAS (Cies), Aones (Ons) y Arauza (Arosa).
Este topónimo de SIAS va a ser el que perviva a los largo del resto de la Edad Media. Casi mil años sin alterarlo, hasta que en el siglo XVII y XVIII aparece en las cartas náuticas como: Islas de Bayona o ÇIAS. En la de Vicente Tofiño, marino y cosmógrafo español (Cadiz 1732-1795) en su obra más importante, Atlas marino de España, así lo confirma.
Popularmente se conocían como ÇIAS, hasta que desde el principio de s. XIX, el centralísmo imperante, impondrá la forma de CIES, perdiendo el seseo original. O sea, lo castellanizan. Pierde, así mismo, la forma de Bayona, ya que en 1850, pasa a pertenecer al ayuntamiento de Vigo.
Es de resaltar que en la zona de la península del Morrazo, tienen por costumbre, en su habla coloquial, emplear la denominación de ILLAS FICAS.
El significado del topónimo, según varios autores, es el de : secas. estériles, desoladas..."
Los nombres entre ellas , ya figuran desde la Edad Media. La del Sur o San Martiño. La del Medio o Faro y la del Norte o Monte Agudo, este término desde no hace mucho. Lo que estamos todos de acuerdo es llamarles ISLAS DE LOS DIOSES, porque la belleza de sus paisajes, sus arenales, su flora y su fauna, es digna de su morada.
No hace mucho, al verlas, me salieron las lágrimas y un sentimiento de impotencia. Era el maldito chapapote del maldito Pretigge. Me vino a la memoria aquel poema que decía:
Naciste libre, pero eres esclava de
tus lágrimas negras, y como
si así fueras a deshacerte de tu ira,
tiñes la arena...
Quieren ahogarte, pero, por mucho
que se empeñen, los paraísos naturales
nunca mueren.
!Que las disfrutemos muchos años!