domingo, 26 de mayo de 2019

HISTORIAS EN LA PO-342





La PO 342, la carretera que une la Virgen del Camino (Tui) con el lugar de  A Abelenda (Cela-Porriño)
en un punto  de la carretera PO 331, construida en tierra y morrillo, durante la Dictadura de Primo de Rivera. Transcurría por las faldas de el Monte da Oia e a Serra do Galiñeiro. Por allí mismo lo hizo, la vía antonina XIX y la medieval Tui-Vigo.





En los  años de la otra Dictadura, seguía sin terminarse la obras.El pavimento era el mismo
hasta los años 1970 que fue asfaltada. Aquí vemos una muestra, salvando con un puente  el pequeño río Deique (así se llamaba refiriéndose al río, de eiquí, de la zona de Tui ).




 Hoy en día es otra cosa. En este lugar, que vemos,O Setecamiños, está, a la derecha,el cruce por donde sigue el Camino de Santiago, llegando a pocos metros a un puente medieval del S. XII: A Ponte das Febres.


La PO 342, no solamente es un número de referencia, también lleva en si misma, historias
de la gentes por donde pasa, y de aquellos peones camineros, que con aquellas condiciones a veces inhumanas: " hambre, sudor y lágrimas " sufriendo  heladas, de aquellas invernías  de antaño. Con la pertinaz lluvia y los calores de aquellos veranos abrasadores.

 Allí, en esta carretera Da Virxen do Camiño, trabajaba, junto con  sus compañeros, con su marreta, golpe a golpe, sin poeta que le cantase sus penas:


   O PIMENTEIRA, natural
de Mosende, casado en Mourentán, con Peregrina.
Iba y venia todos los días, con su atuendo habitual, la marreta al hombro, con la que machacaba la piedra, y una cestilla de estera, precisamente, que no era  el ultimo modelo de  Vuittón.
 Al llegar al lugar  del destajo, confeccionaba con "fentos" unas " rodilleras" , que amortiguarían  el dolor " dos seus xeonllos" .



Peones camineros en el tajo


Después del machacado de la piedra, que por aquí se la suministraban de una pequeña cantera situada en Espendelo, Mallón, por ser esta del albero.  Arenosa y de un color amarillento, ideal para estos menesteres.  La compactaban con tierra, hasta dejarla en condiciones para que al llegar 




 O CILINDRO

¡Oh,  el cilindro !  Aquel monstruo, que admiraban " os rapaciños ". y que era la pesadilla de la paisanas, porque con sus temblores, le hacía tintinear los pocillos de porcelana, muy bien puestos, en aquellos aparadores de madera de castaño.

Nuestro amigo O Pimenteira, como trabajaba en el trayecto, de esta carretera entre Mourentan y Mosende, de donde era natural,  a veces se encontraba por la carretera, con su madre que se llamaba  a Sra. Jesusa. Esta, como se dice ahora, era una emprendedora. Tenía u BOTIQUIN.  Nada  de que fuese una enfermera, ni que fuese de Protección Civil, no. El Botiquín, consistia- se puede decir que era  una cafetería ambulante-  o sea, un Starbucks movil. 






   El botiquín ambulante, consistía:



Una mesa de madera de pino de 60x60 cm.
Un trípode hierro para cocinar el café
pocillos y copas
licores
y otros pertrechos necesarios, una cesta de costas...

Toda aquella intendencia se ajustada dentro de la mesa, que la portaba con un mullido en su cabeza .

Al llegar al lugar de la fiesta, montaban aquel kit y despachaban, aquel   café genial de pota.


 con sus licores,



 no era de Jamaica del " Blou Mountain", pero tonificante sí que era.


Tanto es así, que con el tiempo, tomó el nombre de " O café da Piñeirua"  en honor a esta persona célebre en este oficio.








A Casa das Feixoeiras





   

O Pimenteira, tenía un compañero de trabajo, que se llamaba Arturo, era  " de aí da baixo" de Tomiño, o  de por allí. (como se dice por estos contornos). Junto con su madre, en vez del pecado original, heredó el de ser paupérrimos.

Ella, se dedicaba a la mendicidad, se llamaba Casimira. 
Un día de esos invernales, pero invernales días de febrero , llegó a pedir por la zona de Mourentán, y llamó " aquela mulleriña" a la casa de As Feixoeiras, mojada hasta los huesos, como se dice por aquí (molladiña como un pito) y le abrió Avelina da Feixoera, 
( hoy en el cielo por decreto supracelestial ) Al verla, le ayudó a desvestirse, a secar sus ropas mojadas na lareira. Y tal era el estado lamentable de Casimira, que Avelina,  sacando de su interior la grandeza que llevaba de su  humanidad y amor al prógimo,  la metió en su propia cama, entre mantas, transmitiéndole el carlor de su propio cuerpo.
¡ Qué grandeza ! 

 Avelina, que no sabía leer ni escribir, que no sabía nada de poner la X en la casilla, pero si tenía un alma  llena de una humanidad natural.





La Iglesia de Ribadelouro

Perfecto Pimenteira,  conocido en Mourentan-Ribadelouro, por el caminero de la PO.342,
vivía, como indico en Mourentan. Mismo puerta con puerta con la casa das Feixoeiras, aquí,  vivía Carmiña, a quien Perfecto, le tenía gran estima y cariño. Allá por los años cincuenta, Carmiña se casó y con el tiempo quedó embarazada y preparó su viaje a Brasil, para luego residir  en este nuevo pais.

Perfecto llevó una gran alegría al enterarse de la noticia del embarazo. 

O Pimenteira, era un poquillo anticlerical, era de los que decía : 

"Eu ós curas, non lles quero ben, nin lles quero mal " pero..  no pisaba la iglesia, ni de broma. La misa, no sabia  que color tenía.


 Pasado un tiempo.


Le llegó la noticia de Brasil, que Carmiña diera a luz  " unha meniña rebuldeira, que falaba na lingua nai",  que le llamaron  Isabel.

Qué alegría llevó aquel hombre.! y dirigiéndose a su mujer, le dijo:

¡ Peregrina, oes, Peregrina !, hoxe planchame a camisa nova, que vou a misa.







NOTA
Quiero cofirmaros que estas anécdotas, son autenticamente verídicas.