Aficionados a la historia, a las artes, a la naturaleza, y sin olvidar la gastronomía,(el bebercio y el comercio) decidimos cuatro amigos tudenses, hacer una visita a Guimaraes.
En la primera mitad del siglo X: En esta localidad que se llamaba Quintana de
Vimaranes, la Condesa Mumadona, galega, viuda del Conde Hermenegildo, funda un monasterio
dedicado a Sta. María. Y un poco más tarde construye un castillo, para
defenderse de los musulmanes, de los normandos y de otras gentes de mal vivir.
Pasan los años y el burgo creció y empezó
a llamarse Guimaraes, aunque su gentilicio
sigue siendo vimaranense.
Al final del s. XI. Teresa, hija de Alfonso VI de León, casada con D. Enrique de
Borgoña, a quien su padre les dio el Condado Portugalense, puso aquí mismo su
residencia.
La iglesia San Miguel. Está ligada al hijo de ambos. Aquí se bautizó su hijo, el
que va a ser el primer rey de Portugal, Alfonso-Henriques. Después.... la
historia sigue hasta nuestros días.
En este mismo entorno, en el s. XV, el primer Duque de Bragança, hijo de Joao I, construyó su
palacio en estilo gótico de inspiración normanda. Hoy, pasados tiempos peores, es Palacio Nacional y museo de tapices y artes decorativas del Portugal del s. XVII y XVIII.
Dejamos la zona noble de caballeros, duques y condes y bajamos a la ciudad que nos abre sus puertas
En este convento de Santa Clara, construido en 1741, abandonado en el año 1891, fue seminario y en 1975, se instaló aquí la sede del Ayuntamiento de Guimares. De ello dan fe, mis ilustres amigos.
Proseguimos la visita recorriendo as rúas y plazas llenas de encanto.
Rúa de Santa María. De las más antiguas de Guimares
Plaza de San Tiago, también de las más antiguas.
Largo da Oliveira y antiguos pazos del Concello s. XIV
Encima del Pazo en 1877, se coloca la estatua de un guerrero que simboliza la doble contribución de los vimaranenses en las conquistas en África.
Se llama Lago/Plaza da Oliveira porque en tiempos de la Condesa Mumadona, s. X, erige aquí la iglesia de Santa María. Se plantó frente a la iglesia una oliveira, pero se secó. Hasta que en 1342 vuelve a mostrar su follaje y dar fruto. Atribuido el milagro a Santa María, un comerciante del lugar que vivía en Lisboa, Pero Esteves, donó una cruz con características normandas para que se instalese en el largo.
Hoy está instalada , bajo este Padrao, ( templete o baldaquino) gótico.
Este baldaquino gótico se construyó para conmemorar la victoria sobre los moros en la batalla del Salado, librada en 1340, por el rey de castilla Alfonso XI, con la ayuda del rey portugués Alfonso IV. Las columnas tienen capiteles labrados.
La iglesia de Santa María de Oliveira
Desde el s.XIII da origen a una Colegiata. Su construcción de influencia gótica, s.XIII durante el transcurso de los tiempos, sufre varias reconstrucciones de las características de cada época. En 1967 se le restituye su arquitectura original, después que en 1830 fuera objeto de una reforma neoclásica. Como Colegiata se disuelve 1911. Hoy esta iglesia de Nossa Senhora da Oliveira es uno de los monumentos de mayor peso histórico de Guimaraes.
Consta de tres naves.
Claustro
Restos de azulejos decorativos
Salimos del entorno medieval al que Julio le da unha derradeira visual
Ya en extramuros
Vemos un paño de la muralla. Al fondo, el Palacio Nacional ( antes del Duque de Bragança)
Paseamos por plazas y rúas con rincones maravillosos. Hasta encontrar este señor artesano, que preguntado si era del Atletico de Madrid, nos dijo que no, que era el zapatero.
Nos dirigimos a visitar San Francisco. Una auténtica sorpresa. Lo forma un conjunto de edificios, el que vemos, el asilo. Luego la iglesia y un hospital para niños.
Portada principal de la iglesia
Nos adentramos en la iglesia.Tuvo varias reformas. La más importante las del barroco del s. XVIII.
San Francisco bien vale una una misa.
Altar mayor, barroco
Se llama Benito, un santo africano.
Destaca la mesa con mármoles incrustados.
Salimos del interior de la iglesia. Vemos el coro y el órgano
El ábside.
Y aquí no Largo da República de Brasil, nos despedimos de esta visita mañanera al VIMARANES
latino, lo que es lo mismo, al GUIMARAES portugués.
